miércoles, 19 de mayo de 2010

El río oculto

Hay muchas teorías que intentan explicar porqué los instrumentos que construyó Antonio Stradivarius tienen un sonido tan peculiar y tan apreciado en el mundo de la música.

Yo no soy experto, pero puedo asegurar, porque los he oído en directo que su sonido penetra hasta algún rincón oculto de la mente y la hace vibrar en una frecuencia maravillosa y nada habitual. También es cierto que no siempre sucede esto, y depende mucho del intérprete, de la pieza y del Stradivarius. No todos son iguales.

Hace poco, en la Sociedad de Conciertos de Alicante, Viviane Hagner interpretó el concierto para violín de Beethoven con el "Sasserno", fabricado en 1717 y en el primer movimiento el Stradivarius "cantó" con una voz única que nos dejó a todos (incluso a ella) pasmados. Sin embargo los otros dos movimientos fueron más normalitos.

El caso es que hay una teoría, de las muchas que se leen por ahí, que he sacado de Wikipedia que dice lo siguiente:

"Cabe mencionar también la conocida teoría del árbol de Stradivari, la cual señala que el mismo Stradivari encontró un árbol dentro de un río; del enorme tronco de este árbol creó algunos de sus más renombrados instrumentos. Esta teoría se encuentra justificada a través del concepto de vibración que adquieren los materiales con el tiempo. Se dice que la propia madera adquirió la vibración del río, lo que le da un sonido único e irrepetible. Claro está que esta teoría puede estar basada en un intento por incorporar a la historia de la fabricación de los instrumentos un aspecto mas poético."

Según esta romántica teoría, de alguna manera la vibración del río quedó registrada en la geometría oculta de la madera. Yo creo que si os ponéis unos casco de buena calidad y cerráis los ojos, en los siguientes vídeos podréis escuchar entre la maravillosa música de Beethoven, el sonido de un río... un río oculto.



Joshua Bell toca un famoso Stradivarius llamado "Gibson". Sobre este instrumento y su historia versará la siguiente entrada. Pero quiero adelantar que cuando Joshua Bell lo tocó por primera vez (no era suyo) se enamoró de él y posteriormente hubo de derramar lágrimas para conseguirlo. Se nota el amor entre Joshua y el Gibson. Por cierto el Gibson permaneció oculto mucho tiempo.