En 1785 las Colonias Americanas se habían librado del yugo que el Imperio Británico les tenía impuesto desde su fundación. De hecho en 1787 se firmó en EEUU la primera constitución escrita de la historia, inspirada en las ideas de libertad, fraternidad e igualdad que la Ilustración venía difundiendo desde tiempo atrás.
En el viejo continente algo se movía, y en 1789 la Revolución Francesa iba a ser la expresión universal de ese movimiento intelectual y social que se venía fermentando.
En los principados alemanes, las cosas iban más despacio. Por ello, cuando el poeta alemán Friedrich Schiler, publicó en 1785 su poema titulado "Oda a la libertad", tuvo que cambiar el nombre por el de "Oda a la Alegría" obligado por la censura.
Beethoven conoció y leyó el poema por primera vez en 1793, cuando tenía 23 años. Y desde el principio deseó ponerle música. Sin embargo no fué hasta 1824 cuando se estrenó la música que acompañaba al poema, 31 años después. En ese periodo Europa se convulsionó con la Revolución Francesa, con las guerras Napoleónicas, con las reacciones absolutistas del Congreso de Viena (1815), que Beethoven criticó duramente, y con las posteriores revoluciones liberales (en España tuvimos buenas muestras).
Beethoven como sabemos nunca pudo escucharlo, estaba sordo. Hubo de imaginar la música. Tuvo que componer con su imaginación toda la pieza, toda la orquestación, todos los tiempos, tonos, acordes, voces. Todo, absolutamente todo lo tuvo que imaginar.
Claro que no es lo mismo la fantasía,...que la imaginación creadora.
(Al llegar al minuto 7:27, sujetaros a la silla. Por cierto, a Bernstein se le podrán poner muchos "peros", pero yo creo que está impresionante. La libertad, la energía y al alegría que respira esta interpretación son sin duda obra suya.)
(Traducción del alemán al español con favor al verso de la "Oda a la Alegría")
Alegría, Luz Divina,
del Elíseo dulce lar,
inflamados alleguemos
Diosa, a tu celeste altar.
Une otra vez tu hechizo
a quienes separó el rigor.
Fraterniza el orbe entero
de tus alas al calor.
Coro
A quien el azar ha dado
la verdadera amistad,
quien consorte dulce halla,
ha sin par felicidad.
En la redondez terrena
suya un alma invocar!
A quien no le fuera dado
sumiríase en pesar!
Coro
En el seno de Natura
alegría liba el ser,
su florida vía sigue
males, bienes, por doquier.
Besos, vides, fiel amigo
hasta el morir nos dio;
el deleite, a los gusanos;
y al querube, un gran Dios.
Cual los soles en su vía
magna, juntos! oh! marchad!
y como héroes disfrutad
dicha, triunfos y felicidad!
Abrazaos, oh! millones!
Beso de la Humanidad!
Brinda celestial bondad
Padre a tu séquito sin par
Os postráis, oh! juntos
Ante el Creador Eterno
Busca en el azur, y reina
Sobre el plano etéreo.