Hoy se conmemora el día de recuerdo o reflexión sobre el Holocausto Judío en la II Guerra Mundial. También llamado Shoá, catástrofe en hebreo.
Durante todo el siglo XIX fué creciendo la cultura del "progreso" y de la "razón", apoyada en el avance tecnológico y científico. Este progreso fué apoyado por la filosofía del Darwinismo social, según el cual los pueblos mejor adaptados, aquellos que eran escogidos por la selección natural, eran los que debían triunfar. Esto desembocó en teorías de tipo racista y nacionalista. (Colonialismo e imperialismo)
La eficacia en los medios de producción y en la mejora tecnológica se aplicó a la guerra, y así, en la I Guerra Mundial se asistió con espanto a la carnicería sistemática más grande que el mundo había conocido hasta la fecha.
La profunda depresión moral, social y económica que dejó esta devastadora guerra permitió que las ideas fascistas y nazis arraigaran entre la población. Los países se protegían a sí mismos tras el crack del 29. La creencia en el progreso había tocado fondo. El ánimo de venganza en los países más oprimidos, la frustración social y la crisis económica fueron un perfecto caldo de cultivo.
Como dijo hace tiempo una persona muy especial: El ser humano tiene cuatro vías o cuatro caminos para desarrollar su vida. El primero es la espiritualidad. Cuando fracasa el camino de la espiritualidad, aún le queda el segundo, la filosofía. Cuando también fracasa este camino, aún le queda el tercero, el camino del materalismo. Pero cuando estos tres caminos fracasan, tan solo queda el último... el del instinto. Y el instinto sin espiritualidad, sin filosofía, sin cuidado por lo material, convierte al ser humano en una bestia.
¿Creeis que se equivocaba?