An die ferne Geliebte (A la amada lejana) Op.98 es un ciclo de seis lieder escritos entre 1815-1816 sobre poemas de Aloys Isidor Jeitteles.
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Beethoven compuso este grupo de lieder a finales de 1816. Se considera que estas canciones suponen un punto de inflexión en su vida, pues un año antes, el compositor había tenido que dejar de dar conciertos solo o acompañado, al verse incapacitado por su deficiente oído.
Por suerte tenemos el testimonio de lo que sucedía en aquel momento. Nos llega en forma de "memorias", de la mano de Franziska "Fanny", la hija del director de un internado de élite en Viena, que en aquella época recibía visitas frecuentes de Beethoven. Tanto Fanny como su hermana Anna eran cantantes aficionados.
Cuenta la joven en sus memorias: << Un día llegó con An die entfernte Geliebte de los textos de Jeitteles, y mi padre quiso que yo le acompañara a mi hermana en el piano. [Beethoven] me vio sufrir de miedo, y tras decirme "vete" se sentó al piano y tocó él mismo el acompañamiento [...] Cuando mi hermana le preguntó si había hecho algo mal, simplemente respondió: "No, estaba bien, pero aquí" - apuntando a un lugar donde no había ninguna nota indicó - "aquí te has pasado por alto la nota">>.
También cuenta en sus memorias que leyó entre las notas del compositor: "Mi corazón se llena a rebosar con las vistas de la naturaleza encantadora !pero sin ella!". Fanny interrogó a Beethoven sobre sus sentimientos, y éste con franqueza, le confesó que cinco años antes había conocido a la mujer, la más verdadera e intensa pasión de su vida...
Esos cinco años coinciden con la famosa carta a la "amada inmortal".